Así suena «La Amargura» - JESÚS JOAQUÍN ESPINOSA DE LOS MONTEROS PÉREZ
«𝐋𝐀 𝐀𝐌𝐀𝐑𝐆𝐔𝐑𝐀» – 𝔓𝔬𝔢𝔪𝔞 𝔖𝔦𝔫𝔣ó𝔫𝔦𝔠𝔬
El 19 de marzo de 2022 será un día que quede para el recuerdo por el resto de mi vida. Todo lo acontecido en esa noche en la Iglesia de San Juan de la Palma fue tremendamente emotivo y sin parangón alguno. En enero de 2020 me dispuse a crear una obra dedicada a la Virgen de la Amargura y a nuestra compañera Aranza Sánchez Portales. Sentía la necesidad de refrendar en una partitura el amargo caminar que estaba recorriendo una persona con una energía inaudita y unos valores inmaculados. Consciente de la importancia que tenía la Amargura para ella, (hermana de la cofradía, se sentía muy querida y arropada por el seno de la hermandad en momentos complicados) me dispuse a escribir un poema sinfónico que relatara las vicisitudes del amargo camino que tuvo que recorrer ante tal cruel enfermedad.
La obra es un rezo ante la Virgen de la Amargura, la cual comprenden diálogos y momentos lúgubres de gran dolor y pesadumbre. Pero su luz, la luz de Aranza, siempre está presente en toda la obra ante grandes arrebatos emocionales representados a través de una célula motívica en los metales. Una luz que permanece encendida hasta el final de la obra con una oración que nos guía hacía la Esperanza.

Instantes después del estreno de «La Amargura». Guillermo Martínez Arana y Jesús Joaquín Espinosa de los Monteros

El comienzo de la marcha inicia en lacrimoso, marcado por el preciso movimiento melódico en las maderas que poco a poco va ascendiendo hasta llegar al compás 13 en el que se sitúa un fuerte contenido, con una fuerza controlada que rápidamente decrece para iniciar un lamento con anima (gran carga sentimental). Es un momento de incredulidad, de mirada perdida ante la vida y ante la Virgen de la Amargura, no hay palabras, solo hay miradas llenas de misericordia. Acto seguido se produce la primera irrupción de metales que representa la actitud arrolladora y gran fortaleza de Aranza, nos evoca su gran energía ante momentos muy duros a los que debe hacer frente. A continuación, se inicia el tema A de la obra, en actitud serena y apacible toma un color lleno de fe y de providencia. En el compás 50, tiene lugar el inicio de la transición hacia la reexposición del tema en fuerte. Es un momento de aceptación de la cruel realidad, y de pensamiento ante todo lo que va emergiendo día a día. Tomando siempre la positividad de todas las cosas, como nos demostraba nuestra querida Aranza, siempre bajo intercesión de su querida Virgen de la Amargura. Una vez finaliza el tema en fuerte, nuevamente brota de manera enérgica la segunda de las veces el tema desgarrador en metales, pero esta vez agita ferozmente hasta desencadenar en el momento más íntimo de la obra. En este momento, hay un rezo ante la virgen, un canto, una oración, una plegaria, nos agarramos a ella, imploramos compasión ante las grandes vicisitudes acaecidas. En el compás 108 se toma material de la transición que conducía al tema A para reexponerlo nuevamente. Esta vez, los metales inician un acompañamiento más profundo, más violento pero todo desaparece con la tercera intervención del tema enérgico y lleno de vitalidad. Nuestra querida Aranza nos invita a la Esperanza, una luz que conduce directamente hacía la Virgen de la Amargura.

 

Dña. Paula Arquero, autora de la portada del poema sinfónico «La Amargura»