​​​​​​​VIRGEN DE LA HINIESTA

Esta obra guarda una serie de connotaciones muy valiosas para mí. En primer lugar, tengo que reconocer que esta marcha está estrechamente relacionada con mi madre, ya que ella vivió algunos años en la Calle Hiniesta. El cariño y fervor que le tiene a su virgen, me lo trasladó a mi cuando me llevaba desde pequeño a su iglesia. Casualidades de la vida, años más tarde ingresé en la Banda del Carmen de Salteras que era la encargada de poner sus sones cada Domingo de Ramos, hecho que me motivó decididamente a la creación de una marcha lenta para la Virgen de la Hiniesta.

Paralelamente a la creación de la partitura, tuvimos un varapalo de grandes dimensiones, y es que nuestro compañero, amigo y compositor D. Manuel Cabalgante Ortiz nos dejaba un triste 1 de enero tras una larga enfermedad. Quise rendirle homenaje y dejar bajo el título de la marcha una dedicatoria expresa por todos los valores humanos que me había transmitido y por haberme ayudado y apoyado desde que llegué a su querida banda del Carmen de Salteras.